Bucaramanga lleva 11 años esperando que culmine el proceso de renovación y recuperación del centro de la ciudad, en el que han invertido 30 mil millones. En el 2003, la administración de Honorio Galvis firmó un Convenio con el Instituto Carlos Arbeláez Camacho de la Universidad Javeriana de Bogotá, para que realizara estudios con el fin de promover un proyecto que contribuyera a mejorar el centro de la ciudad.

 

En principio, el convenio surgió por la necesidad de reactivar el sector que rodea al actual Centro Cultural del Oriente Colombiano. Un total de 13. 5 manzanas, conformadas por los parques Centenario, Santander y Antonia Santos, el Teatro Santander y la Plazoleta el Bicentenario. En ese año, el Centro Cultural ya estaba siendo intervenido, como parte de una estrategia para crear una nueva identidad. Por esta razón, y teniendo en cuenta las condiciones arquitectónicas, sociales y económicas de la zona, se implementó un plan de acción urbanístico, para que el edificio no quedara aislado.

 

El estudio que hizo el Instituto Carlos Arbeláez Camacho en el 2003, confirmó el deterioro del centro, debido a su crecimiento desordenado. “No existió ningún control real sobre alturas e índices de construcción, ni sobre usos permitidos. No existieron límites para la invasión del comercio de mediano y bajo nivel, ni para la emigración de habitantes originales del sector y su reemplazo por grupos sociales mucho menos deseables como población fija.”

 

Es así como ese mismo año, se dio continuidad al proceso de recuperar este sector de la ciudad bajo el denominado “Plan Centro”. Este macroproyecto tiene bajo su responsabilidad la recuperación de los parques mencionados. Además del Teatro Santander, el Mercado San Mateo, la Caja Agraria y el Centro Cultural del Oriente.

 

Para llevar a cabo estas renovaciones urbanas, la administración municipal apoyó iniciativas privadas y de naturaleza mixta, para facilitar la ejecución de los proyectos. Fue así como en la administración de Fernando Vargas Mendoza en 2007, se creó una fundación para la remodelación del Teatro Santander que tiene hasta el momento, una inversión de $24 mil millones y cuyas obras están en la quinta fase.

 

A su vez, el Centro Cultural del Oriente pasó a manos de la entidad privada CCOC en 1999, aun así las diferentes administraciones de Bucaramanga en especial la de Fernando Vargas Mendoza giró cerca de 5 mil millones para remodelar el inmueble;  mientras que los parques incluidos en el proyecto contaron con el apoyo financiero del gobierno y de la Gobernación de Santander.

 

Hasta el momento, algunas de las obras siguen en ejecución, mientras que otras siguen en veremos. La recuperación del sector en su totalidad continua en duda, pues la realidad del Centro de Bucaramanga sigue siendo la misma: una mezcla de deterioro urbano y social. Una de las obras más adelantadas es la del Teatro Santander, por lo que la preocupación por parte de sus directivas frente a la situación del centro se hace notoria. El Director Ejecutivo de la Fundación del Teatro Santander, Antonio José Díaz Ardila, comenta lo que le han dicho al respecto: “bueno, ustedes están haciendo unas cosas maravillosas, pero cómo van a renovar la gente, para que no pase como en el Teatro Colón en Bogotá, que uno sale y se encuentra un escenario inhóspito”.

 

Cabe resaltar que las obras contratadas del Parque Antonia Santos y Centenario no figuran como parte del denominado “Plan Centro”. Aun así, la administración actual de Luis Francisco Bohórquez ha invertido 611millones en el parque Antonia Santos para renovar su alumbrado público. Mientras que el parque Centenario tiene una inversión cercana a los 2 mil 300 millones, al mismo tiempo cuenta desde el 2009 con una propuesta de renovación urbana que se ganó el Consorcio ML+A12 que pretende ejecutar una remodelación total del parque. 

 

El arquitecto Alejandro Ordoñez, sostiene que “en el centro no existe una renovación urbana, pero existe una iniciativa, lo que se está llevando a cabo es una remodelación predio a predio”. Al indagar en las Oficinas de Planeación e Infraestructura sobre los avances del plan, no hay respuestas claras. La arquitecta Esperanza Pradilla de la Oficina de Planeación manifiesta que “no es un plan como tal, sino como un concepto general de intervenciones pretendiendo recuperar ese sector”. Bajo esta modalidad de trabajo en la administración, cabe preguntarse ¿Cuánto más tendrá que invertir y esperar la ciudad para ver renovado el Centro de Bucaramanga?