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Carreteras Para el Progreso

Por: Juan Camilo Gómez

Para leer los comentarios y reflexiones, ubique el cursor sobre las fotografías.

Árboles de más de metro y medio de diámetro en su tronco, son talados para la ampliación de carreteras. La normatividad colombiana exige una sustitución, pero ciertas especies tardan décadas en crecer.

Lo que se lleva la movilidad.

En la vía que conduce del Cruce de La Mata a Morrison, se encuentran puentes para que los micos atraviesen la carretera. Entre un puente y otro, hay más de 30 Km. de distancia.

Conectividad en la periferia.

Las marcas que deja el jinete, la presión de las ataduras, las patadas, las numeraciones.

Aguachica, Cesar, y un puente que no lleva a ningún lugar.

Doble calzada.

Carreteras, deforestación y monocultivos en el Departamento de Cesar.

Las carreteras...

El afán.

Según la revista Portafolio, Colombia es un mercado con un potencial para 500.000 automotores por año.

Unos encienden motores, otros invierten su energía en el pedal, con un transporte limpio con el hombre y la naturaleza.

El Río Fundación, es una fuente vital para familias del Norte del país, y a pocos metros, se encuentran las mineras.

Como resultado de la minería, van apareciendo a la vista paisajes desérticos y en regiones naturalmente boscosas...

Expansión del tercer plano.

El departamento del Cesar cuenta con múltiples fuentes hídricas, pero junto a ellas, aparecen letreros que avisan la cercanía de la minería.

Las indicaciones del camino, junto a zonas acuíferas en La Loma, Cesar.

Así luce el mercadeo de fauna. Según Constanza Moreno, directora nacional de FEDAMCO, la Federación de Entidades Defensoras de Animales y del Ambiente de Colombia, el comercio de animales silvestres es una mafia tan fuerte como la del narcotráfico en Colombia.

Así es, la ganadería provoca la reducción, casi extinción, de la diversidad de plantas. Cuando se disponen tierras para pastar, se acaba con la variedad de fauna y flora que habita los ecosistemas.

La siembra de pastos y sus desiertos.

El carrotanque y la zorra, antónimos entre sí.

Vastas tierras son usadas para el cultivo de plátano en Colombia; al fondo, se avistan otros tipos de árboles que parecen extraños entre el monocultivo.

A dos mil la mano.

Comunidades de Garza Blancab en las ciénagas del Departamento del Atlántico.

Una división a la selva...

Antes, al mirar aquel pico, se podía ver nieve, esa es La Sierra "Nevada" de Santa Marta. http://www.colombialibre.org/wp-content/uploads/2010/11/sierra_nevada_12.jpg

Según la ONU, anualmente millones de personas fallecen por el consumo de agua contaminada; y este paisaje del Magdalena no da muestra de un eficiente servicio sanitario.

Sin barreras, sin marcas ni etiquetas, el mar se conserva público para estos hombres en el Atlántico.

El antónimo de las fotografías de los catálogos de las agencias de viajes.

Entre el agua, entre las tablas, el mar es el resguardo de muchos que no tienen un suelo donde vivir.

Una Boa Constrictor, de las tantas que mueren por moverse entre las carreteras, por la inercia que provocan sus necesidades. La naturaleza de la mayoría de animales no es estática, la búsqueda de alimento y la reproducción les obliga a desplazarse por la tierra para satisfacer sus requerimientos. Por su parte, con las carreteras, el hombre impone una barrera a ese comportamiento nómada, formando divisiones peligrosas para la fauna.

Atropellados, arrollados y rematados, mueren variedad de animales en las carreteras del país. En este caso, un Zorro Perruno Pardo encontrado a la orilla de la carretera que conduce del municipio de Fundación en Magdalena a Pelaya, Cesar.

El extractor rústico, y el que maneja para la multinacional.

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